martes, 27 de julio de 2010

Pequeño César

En 1980, el batería de uno de mis grupos favoritos, Kiss, Peter Criss abandonaba el grupo por sus problemas con los otros miembros de la banda. Gene Simmons decía que era porque Peter Criss se drogaba y era cierto. Pero no era el único miembro de la banda que lo hacía, por mucho que Gene Simmons diga lo contrario. Con Peter Criss se iba un gran músico y compositor. Pero llegaba otro músico igual de bueno que él. Se llamaba Eric Carr y la banda lo presentó en un backstage cuando estaban muy borrachos. La cara de Carr, pintada como la de un zorro (que estaría pintada de aquella forma hasta que la banda dejó de salir al escenario pintarrajeada), era la de un poema.
Pero no le importó. Venía de un ambiente familiar muy pobre. No terminó el colegio porque tuvo que abandonarlo muy pronto para empezar a trabajar. Quería ser batería desde que era muy pequeño y se pasaba las horas muertas ensayando. Durante casi diez años estuvo tocando en diversas bandas y orquestas, buscando su oportunidad sin desfallecer.
Eric era un hombre muy sencillo. Tan sencillo que, cuando se presentó a la audición que la banda hizo para buscar otro batería, estaba convencido de que no le iban a escoger que les pidió un autógrafo como recuerdo, pues era muy fan de Kiss. Su humildad ganaron el corazón del cínico Simmons. No sólo se llevó el autógrafo, sino que se convirtió en el sucesor de Peter Criss.
Eric estuvo once años en la banda. Mientras Stanley coleccionaba conquistas y Simmons quería hacerse rico a toda costa y triunfar como actor (fracasando estrepitosamente en el intento), Eric sólo quería hacer música. Tocaba varios instrumentos y componía. Conoció a Peter Criss y se hicieron amigos una vez que hubo superado la pequeña polémica surgida a raíz de que si Eric debía o no debía tocar la canción que Peter compuso para el disco "Destroyer", "Beth", una preciosa balada. Eric hacía amigos por todas partes. Era amable, simpático y alegre. Le llamaban Pequeño César por su pequeña estatura. Pero su corazón y su talento era enorme. Igual que es enorme el monumental ego de Simmons.
Eric nunca pudo introducir ninguna de sus canciones en los albúmenes que grabó con Kiss. Pudo tocarlas con otros músicos, entre los que destaca uno de los sustitutos de Ace Frehley, Bruce Kulick, que fue uno de sus mejores amigos. Se mantuvo al margen de las broncas que tenía Simmons con el resto de la mortalidad por ser el más poderoso. Eric era feliz haciendo lo que más amaba: componer música.
Introdujo con su potente batería un sonido más pesado en el grupo Kiss, que estaba desorientado artísticamente, no sólo por sus excesos. El disco Dinasty asombró a todos por sus canciones discotequeras. Montado en su batería convertida en máquina de guerra que lanzaba cañonazos en los últimos videoclips con maquillaje que hizo la banda, Eric sabía captar la atención del público. Se ganó el respeto y la admiración de mucha gente.
La vida de Eric habría transcurrido de aquella forma hasta que sufrió un agudo dolor en el corazón y fue ingresado en el hospital a principios de 1991. Parecía haber quedado todo en un susto y siguió con su vida hasta que el dolor se repitió. Las pruebas médicas que le realizaron revelaron que tenía un tumor degenerativo en el corazón. La música fue lo que mantuvo a Eric vivo. Quería seguir tocando en el grupo, pese a los fuertes dolores que sufría y al tumor que estaba acabando con él. Vivió consagrado a lo que más amaba en el mundo: la música.
El tumor acabó complicándose y derivó en un tumor cerebral que segó la vida de Eric Carr el 25 de noviembre de 1991. Murió el mismo día en el que el SIDA acabó con la vida de otro genio. Freddie Mercury. La muerte de Freddie ensombreció ligeramente la muerte de Eric, pero el mundo lloró aquel día la pérdida de dos grandes músicos.
Eric nunca se casó. Vivía por y para la música. Sus canciones eran para él los hijos que nunca tuvo. Fue un gran artista y un mejor ser humano.
Le echamos de menos. Ocupa un lugar muy especial en mi corazón de fan de Kiss. Y sé que, de alguna forma, Eric sigue vivo en alguna parte.